dijous, 18 de desembre del 2014

APRENDIENDO A QUERER MI DOLORIDO CUERPO

Después de pasado demasiado tiempo quizá de mi última entrada, por haber estado intentando hacer otra cosas, ya que como se suele decir no solo de pan vive el hombre, quiero reiniciar estos comentarios y comentar cómo ha transcurrido este tiempo en cuanto al comportamiento de la enfermedad se refiere.

En una entrada anterior comentaba la mejoría experimentada después de asistir a una terapia llamada MICROGIMNASIA. Pues bien, como suele ocurrir en casi todos los sitios a finales de Julio cerraron por vacaciones y no habían transcurrido ni 20 días cuando empecé a sentir los dolores de una forma intensa y no había transcurrido un mes cuando ya mi estado era el de los últimos años,es decir dolor, cansancio agotador el volver a ver la vida otra vez desde el pesimismo más absoluto.

Quiero comentar que en mis momentos de euforia por la mejoría experimentada, tuve una consulta con la terapeuta que me recomendó esta terapia y me decía que esto no se podía evaluar en un espacio corto de tiempo, que tuviera paciencia para ver si el tiempo confirmaba que esta mejoría era duradera, pues ahora ya tengo mis dudas pero en aquel momento mi convencimiento era total, hacía mucho tiempo que no me había sentido tan bien.

Ahora he reiniciado otra vez la terapia pero ha transcurrido tan poco tiempo que no quisiera hacer una evaluación equivocada, por lo cual en una próxima entrada comentaré si se confirma que la mejoría es durante el tiempo que estás realizando la terapia o es una mejí que perdura sin necesidad de la misma.
Yo lo que si cada día tengo más claro es que estas enfermedades son enfermedades que necesitan de unas terapias muy personalizadas y muy concretas lo cual solo se puede conseguir con dinero y eso es de lo que la mayoría carecemos por desgracia.
Esta queja se repite hasta la saciedad pero quien tendría que tenerlo en cuenta no quiere darse por enterado, y esta es nuestra realidad.

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